Un almacén de la ONU en Gaza, devastada por la guerra, fue desmantelado el miércoles por un grupo de personas hambrientas, mientras la ayuda llegaba al enclave palestino al borde de la hambruna y Estados Unidos preparaba nuevos términos para un posible alto el fuego entre Israel y Hamás.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que los informes iniciales indicaban que dos personas habían muerto y varias más resultaron heridas en el almacén, ubicado en el centro de Gaza. La agencia de la ONU solicitó un aumento inmediato de la ayuda alimentaria para asegurar a la población que no morirá de hambre.
Un video de un testigo presencial, verificado independientemente por Reuters, mostró a una gran multitud entrando en el almacén y sacando bolsas y cajas mientras se escuchaban disparos. No quedó claro de inmediato cuántas personas murieron o resultaron heridas en el incidente.
Ante la creciente presión internacional, Israel levantó hace 10 días un bloqueo de ayuda de 11 semanas en Gaza. Ha permitido la entrega de ayuda limitada a través de dos canales: las Naciones Unidas o la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos.
La enviada de la ONU para Oriente Medio, Sigrid Kaag, declaró ante el Consejo de Seguridad que la cantidad de ayuda que Israel ha permitido entregar a la ONU hasta la fecha es “comparable a un bote salvavidas tras el naufragio de un barco”, mientras que toda Gaza se enfrenta al riesgo de hambruna.
Estados Unidos está intentando negociar un alto el fuego. Funcionarios sanitarios palestinos afirmaron que Israel, que reanudó las operaciones militares en Gaza tras un breve alto el fuego en marzo, también llevó a cabo ataques el miércoles, que causaron la muerte de al menos 30 personas.
“Estamos a punto de enviar un nuevo pliego de condiciones que se espera que se entregue hoy mismo”, declaró el miércoles Steve Witkoff, enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump. “El presidente lo revisará”.
Según cifras israelíes, la guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando militantes palestinos mataron a 1.200 personas en el sur de Israel y tomaron a unos 250 rehenes. Según las autoridades sanitarias de Gaza, más de 53.000 palestinos han muerto en operaciones militares israelíes desde entonces.