El gran argumento de Robinhood es que los inversores minoristas se quedan fuera de las ganancias

El gran argumento de Robinhood es que los inversores minoristas se quedan fuera de las ganancias

Robinhood anunció el lunes que presentó una solicitud ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) para lanzar un nuevo fondo cotizado en bolsa que albergará acciones de startups.

La idea detrás del “Robinhood Ventures Fund I” es permitir que todos los inversores minoristas obtengan ganancias con las startups más prometedoras antes de que salgan a bolsa.

Si bien la versión actual de la solicitud es pública, Robinhood aún no ha completado la letra pequeña. Esto significa que desconocemos cuántas acciones planea vender, ni otros detalles como la comisión de gestión que planea cobrar. Tampoco está claro qué startups espera que este fondo finalmente incorpore. La documentación indica que “espera” invertir en el sector aeroespacial y de defensa, inteligencia artificial, tecnología financiera, robótica y software para consumidores y empresas.

El argumento principal de Robinhood es que los inversores minoristas se están quedando fuera de las ganancias que acumulan los inversores en startups, como los inversores de capital riesgo. Esto es cierto hasta cierto punto. Los inversores acreditados, o aquellos con un patrimonio neto lo suficientemente grande como para afrontar inversiones más arriesgadas, ya disponen de diversas formas de adquirir acciones de startups, como empresas de capital riesgo como OurCrowd.

Los inversores minoristas que no tienen el nivel suficiente para estar acreditados tienen opciones más limitadas. Existen fondos similares al propuesto por Robinhood, como el ARK Venture Fund de Cathy Wood, un fondo mutuo que posee participaciones en empresas como Anthropic, Databricks, OpenAI, SpaceX y otras.

La última iniciativa de Robinhood en este sentido fue controvertida. La empresa comercializadora lanzó lo que denominó acciones privadas “tokenizadas” en la UE a principios de este año, insinuando que estos tokens ofrecían a los inversores minoristas la posibilidad de obtener beneficios de las acciones de empresas privadas como OpenAI. Sin embargo, OpenAI denunció el producto, señalando que los compradores de estos tokens no estaban comprando realmente acciones de OpenAI.